Casi dos meses después de una inundación, la torre del campanario de Occidental vuelve a sonar

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Campanario de Occidental College en Los Ángeles, CA. 23 de octubre de 2024. Marty Valdez/The Occidental

La torre de campanas de Occidental volvió a sonar el 3 de octubre para el año académico 2024–2025. Anteriormente, la torre había dejado de funcionar debido a una inundación de ocho pulgadas en la sala de calderas del Centro de Estudiantes Johnson (JSC, por sus siglas en inglés) ocurrida el pasado 11 de agosto, según informó el jefe electricista, Lope Bautista, en un correo electrónico.

“Las campanas comienzan a sonar a las 6:00 a.m. cada 15 minutos hasta las 10:00 p.m., de lunes a viernes, y los sábados y domingos comienzan a las 7:00 a.m. hasta las 10:00 p.m.”, dijo Bautista.

Según Bautista, las campanas de Occidental no son campanas reales, sino una simulación electrónica del sistema Digital Chronobell que imita las campanas de la Abadía de Westminster.

“El componente de suministro de energía del sistema de campanas se dañó en ese momento [11 de agosto]. Enviamos el componente a Maas-Rowe, el fabricante del sistema electrónico Chronobell”, explicó Bautista.

Paul Rowe, propietario de Maas-Rowe Carillons Inc., con sede en Escondido, California, explicó que su empresa se especializa en la fabricación de sistemas de campanas diseñados para replicar el sonido de campanas grandes. Algunos de los productos de la compañía incluyen carillones, campanas de fundición, relojes de torre y letreros para iglesias. Rowe agregó que también producen un sistema automático que permite programar las campanas para sonar en horarios específicos.

Rowe mencionó que asumió la dirección de la empresa en 1968, tras el fallecimiento de su padre, quien fue uno de los socios fundadores del negocio. Según Rowe, Maas-Rowe comenzó hace más de un siglo fabricando campanas de latón para órganos y, desde entonces, ha instalado miles de sistemas de campanas tanto en Estados Unidos como en otros países.

“La torre de Balboa Park en San Diego, junto al Zoológico de San Diego, es uno de estos sistemas que se instaló desde [la construcción] del monumento conmemorativo de la Segunda Guerra Mundial”, comentó Rowe.

Asimismo, Rowe destacó que cuentan con instalaciones en diversas universidades. Además de Occidental College, sus campanas están presentes en The University of Southern CaliforniaUniversity of California, Los AngelesCalifornia State University, North Ridge y en Pepperdine University.

Según Rowe, la empresa lleva el nombre de Louis Maas, un constructor de órganos de tubos que creó sus propios carillones. Explicó que, en un principio, los sistemas eran instrumentos de teclado, pero luego los desarrolladores se interesaron en los sistemas automatizados.

“La gente podía simplemente programar el sistema en lugar de tocarlo en vivo. En lugar de ir todos los días al mediodía a tocar un teclado, se podía programar para cambiar las canciones,” señaló Rowe.

Rowe explicó que la torre de campanas original de Occidental se instaló alrededor de 1984 y que, antes de eso, el colegio contaba con carillones tubulares. De acuerdo con Rowe, el sistema electrónico original fue actualizado en 1999 y, en 2011, se le añadió un reproductor de CD.

El equipo de la torre de campanas, según Rowe, está ubicado en una sala de calderas del colegio, la cual se inunda con frecuencia. En el 2017, la torre volvió a sonar durante el fin de semana de Homecoming, después de haber estado fuera de servicio durante 10 meses debido a una inundación que dañó el sistema, de manera similar al incidente más reciente.

“Parte del equipo estuvo bajo el agua, por lo que dejó de funcionar. Luego me enviaron fotos mostrando qué tan alto había llegado el agua y todo, y determinamos que no se dañó todo, excepto un pequeño suministro de energía que estaba en la parte inferior de la cabina,” explicó Rowe. “Todo lo demás estaba más arriba, y el agua no alcanzó esa altura.”

Maeve Richards (estudiante de segundo año) comentó que realmente no notó la ausencia de las campanas. Según Richards, no fue hasta que alguien lo mencionó que se dio cuenta de que el sistema de campanas, normalmente constante, no había estado funcionando.

“Cuando me di cuenta de que [las campanadas] no estaban, pensé: ‘¿Por qué no están? Extraño la campana’,” comentó Richards. “Pero ahora que han vuelto, me siento casi indiferente, o a veces pienso que suenan con demasiada frecuencia.”

Maeve Richards (estudiante de segundo año) y Kate Brown (estudiante de último año) en el Patio Académico del Occidental College en Los Ángeles, CA. 23 de octubre de 2024. Marty Valdez/The Occidental

Según Kate Bown (estudiante de último año), las campanas son útiles.

“Es como tener un punto de referencia,” comentó Bown. “Me ayuda a orientarme, y pienso: ‘¿Qué hora es? ¿Qué estoy haciendo? ¿Necesito estar en algún lugar?’”

Richards expresó un sentimiento similar sobre las campanas que el de Bown.

“Simplemente me recuerdan revisar la hora y organizar lo que necesito hacer ese día,” dijo Richards.

Contacta a Francine Ghazarian via ghazarian@oxy.edu

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