Bajan casos y muertes por el COVID-19, pero no hay acuerdo sobre la reapertura de las escuelas en NELA

Un pájaro vuela por encima de una puerta cerrada en el bachillerato de Eagle Rock. Sábado, el 21 de febrero, 2021. Angela Guglielmino/The Occidental.

Traducido por Jackson Eddy

Mientras las tazas de incidencia de nuevos casos, hospitalizaciones, y muertes por el COVID-19 en el condado de LA siguen decayendo y las campañas de vacunación incrementan a través del estado, un debate sobre si las condiciones son lo suficientemente seguras para que los estudiantes, los maestros, y los empleados del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD por sus siglas en inglés) puedan volver esta primavera está ganando revuelo. En un intento a comunicar preocupaciones de padres trabajadores en NELA, el concejal de CD-1 Gil Cedillo secundó una moción del ayuntamiento el 9 de febrero para demandar que LAUSD reabra los campuses, según el portavoz de CD-1 Conrado TerrazasCross.

TerrazasCross dijo que Cedillo entiende la dificultad y las preocupaciones que tienen los padres de NELA con el equilibrio de quedarse en casa, cuidar de los niños y pagar el alquiler, lo que él cree que el reabrir de las escuelas puede aliviar.

“Secundamos la moción porque creemos que el debate y el intercambio de ideas es importante”, dijo TerrazasCross por correo electrónico. “Muchos de nuestros niños no tienen computadores o comparten uno. Viven en condiciones de hacinamiento, en casas multigeneracionales con varias personas en un apartamento pequeño. Es crítico que las escuelas abran de nuevo para que los niños puedan tener un respiro. Necesitan ser atendidos”.

Presión política desde el Ayuntamiento de LA provocó a los dirigentes de capítulos del sindicato de maestros de LA, Maestros Unidos de Los Ángeles (UTLA por sus siglas en inglés), a votar el 19 de febrero para rechazar un regreso a clases presenciales o híbridas. Según una declaración de la presidenta de UTLA Cecily Myart-Cruz, un voto de aprobación es condicional en que salga el condado de LA del nivel morado en el sistema estatal por las infecciones. También es condicional en la vacunación completa de todos los empleados, o al menos que los empleados estén en el proceso de recibir la vacuna, y la implementación de condiciones de seguridad requerida, que incluye el distanciamiento social, equipo protector personal (PPE por sus siglas en inglés), y ventilación.

El bachillerato de Eagle Rock detrás de una valla. Sábado, 21 de febrero, 2021 Angela Guglielmino/The Occidental.

El condado de LA alcanzó oficialmente el límite de California para reabrir las escuelas primarias el 16 de febrero después de que el índice diario de casos cayó por debajo de 25 por cada 100,000 residentes dentro del condado durante cinco días consecutivos.

Aunque se alcanzó los límites del virus para una reapertura parcial, Misna Erana Hernandez, una maestra de ciencias en el bachillerato de Eagle Rock, dijo que razones de seguridad y logística como el distanciamiento social causaría que regresar a la escuela en un futuro próximo sea improbable sin planificación adecuada.

“Tengo clases con 46 estudiantes. Es una lucha hacerlos caber a todos en mi salón de clases [virtual] actual”, dijo Hernandez. “Ahora imagínate que se necesita poner distancia física entre todos los estudiantes”.

Preocupada por la reapertura precipitada de la escuelas, Jackie Goldberg, miembra de la junta directiva de LAUSD en NELA, dijo que la demanda del ayuntamiento contra LAUSD es ridícula, pero se mostró comprensiva con la impaciencia extendida con la reapertura de escuelas que ella sintió que reflejaba.

“No los culpo. También soy impaciente. Estoy cansada de sentarme en este cuarto pequeño en mi casa, intentando hacer todo de mi trabajo”, dijo Goldberg.

Goldberg dijo que el virus y el despliegue de la vacuna debe dictar cuándo y cómo los estudiantes regresaran a las escuelas en LA. También dijo que por el momento los oficiales del distrito están trabajando para asegurar los recursos y crear las condiciones para un regreso a las escuelas.

“Hemos cambiado el filtro de los ventiladores y HVAC en cada escuela por el equivalente de una máscara N95. Hemos movido los pupitres para crear un distanciamiento social entre los estudiantes. Compramos PPE para el 100 por ciento de los empleados de las escuelas que estarán en campus. Hemos hecho pruebas de COVID a más que 50,000 personas para determinar si están saludables o seguros”, dijo Goldberg.

El distrito también ha estado trabajando con sus aliados laborales de la UTLA para abordar las preocupaciones de los maestros y finalizar la logística de cómo podría funcionar un regreso a la educación presencial, según Goldberg.

“La gente está intentando hacer parecer que estamos peleando entre nosotros y nada puede ser más lejos de la verdad. Estamos juntos creando soluciones a los problemas y llegaremos a un acuerdo,” dijo Goldberg. “No creo que sea el desacuerdo lo que nos impida reabrir las escuelas, mas bien serán los problemas con la salud”.

Goldberg añadió que cualquier regreso a clases presenciales se basaría en un modelo híbrido con una mayor asistencia gradual hasta que al menos el 80 por ciento de los residentes del condado hayan sido vacunados. Aproximadamente el 12 por ciento de los residentes del condado han sido vacunados a partir del 20 de febrero.

Dr. Maria Grace Martinez, decana de Franklin High School en Highland Park, dijo que su campus en Highland Park no estaría listo para reabrir a estudiantes de manera segura este año, incluso en los modelos híbridos de educación presencial y virtual.

“También se está pidiendo a los estudiantes que se acostumbren a otro modelo nuevo, otro horario y otro cambio”, dijo Hernandez. “Creo que han habido suficientes cambios, así que debemos terminar este año en la manera en que ya estamos acostumbrados”.

Hernandez dijo que ve a sus estudiantes afrontando desafíos de cuidar a sus familiares enfermos y el dolor duradero por el fallecimiento de sus seres queridos en este momento, algo en que el regreso a la escuela hace poco por ayudar.

“No puede haber ninguna forma de aprendizaje que realmente tenga lugar a menos que sus necesidades emocionales básicas hayan sido satisfechas”, dijo Hernandez. “Nuestros miembros del ayuntamiento que han tomado esta posición agresiva la cual parece un poco hostil en mi opinión. Lo que podría haber ayudado más es hablar sobre cómo podemos apoyar a los estudiantes en los próximos tres meses que todavía tenemos”.

Una multitud de cuerdas coloridas cuelgan de la valla afuera del bachillerato de Eagle Rock. Sábado, el 21 de febrero, 2021. Angela Guglielmino/The Occidental.

Hernandez dijo que las únicas cosas que piden ella y otros maestros son la compasión y la flexibilidad por sus estudiantes.

Dejen de poner tanto énfasis en el tiempo perdido y notas bajas, porque en 10 años nadie va a decir, ‘Recuerdan ese año durante la pandemia cuando recibiste esa nota mala’”, dijo Hernandez. “Quiero que se den cuenta, especialmente las personas que quieren la reapertura, que los estudiantes requieren un descanso”.

Loading