Traducido por Raul Cruz Robinson.
A medida que los estudiantes regresaron al campus en agosto, el director de seguridad del campus, Rick Tanksley, dijo que observó un patrón familiar comenzar a replicarse —hombres no identificados mirando a los estudiantes a través de las ventana de sus dormitorios. Según Tanksley, en las primeras dos semanas del semestre, su oficina recibió seis informes de incidentes de Peeping Toms, una cifra que dijo es idéntica a la cantidad de incidentes informados en el mismo período el otoño pasado.
De los seis incidentes registrados este semestre, dos no fueron reportados a la comunidad del campus por correo electrónico: uno en East Norris Hall el 8 de septiembre y el otro en Braun Hall el 9 de septiembre. Según Tanksley, este error se debió a un descuido interno.
“En un caso, cuando los oficiales se apresuraron a responder a la llamada, los oficiales pensaron que el otro había realizado la notificación administrativa a mí y a mi director asistente”, dijo Tanksley. “En el segundo caso, mi director asistente y yo nos confundimos en cuanto a quién iba a enviar la notificación. Eso nunca había sucedido antes”.
Si bien la Ley Clery no requiere que Campus Safety envíe correos electrónicos a todo el campus con respecto a Peeping Toms, Tanksley dijo que siempre ha enviado notificaciones. Los estudiantes, profesores y personal también pueden encontrar información en el Registro Diario de Delitos en el sitio web de Campus Safety, dijo Tanksley.
“Bajo la Ley Clery, Peeping Tom no entra en esa categoría en la que tengo que hacer una notificación a todo el campus. Sin embargo, desde que llegué aquí, siempre he sentido que algo así es un incidente grave en un campus universitario — e incluso en la comunidad — pero especialmente en un campus universitario”, dijo Tanksley. “Así que siempre ha sido mi costumbre, desde que llegué, enviar esa notificación no solo a los estudiantes, sino también a los profesores y al personal”.
Según Tanksley, en los últimos dos años, Campus Safety ha notado que el número de incidentes ha estado en aumento. Durante sus primeros tres años como director, hubo un total de siete Peeping Toms reportados. A pesar de los esfuerzos extensos y coordinados de Campus Safety, Facilities y Residential Life, Tanksley afirmó que nunca se ha capturado a un Peeping Tom.
¿Qué es un Peeping Tom?
Según Tanksley, un Peeping Tom se comprende mejor como un voyeur.
“Es una persona que, típicamente bajo la cobertura de la noche en nuestro caso, mira a través de una ventana o una abertura con el propósito de espiar a otro para su propia gratificación sexual”, dijo Tanksley.
Tales actos violan la privacidad de una persona, así como la política de conducta sexual inapropiada de la universidad y pueden constituir un delito penal según la ley de California, según un correo electrónico del 4 de septiembre enviado a toda la comunidad del campus por parte de Campus Safety. Tanksley dijo que los estudiantes deberían denunciar tales casos de inmediato.
Debido al esfuerzo y la intención detrás del acto de espiar, así como la motivación sexual, Tanksley dijo que existe la posibilidad de que los Peeping Toms comiencen a cometer delitos más graves.
“Pasé 32 años en la aplicación de la ley, y durante esa carrera, he visto cómo ese comportamiento ha evolucionado hacia comportamientos más graves, ya sea el acoso algún tipo de agresión. Porque hay que pensar que si estas personas se sienten seguras de que pueden salirse con la suya, podrían volverse más audaces en su comportamiento”, dijo Tanksley.
El patrón
Según Tanksley, desde que llegó a Occidental hace cinco años, ha notado que los incidentes de Peeping Toms ocurren en las mismas primeras semanas de clases cada otoño. Los incidentes no se reportan durante los meses de verano, lo que, según Tanksley, lo lleva a creer que los perpetradores podrían ser estudiantes.
“Puede ser que el perpetrador desde fuera del campus sepa que ya no estamos en sesión… Pero todavía tenemos estudiantes aquí y todavía hay actividades en la tarde. Sin embargo, no tenemos ningún informe”, dijo Tanksley. “Justo cuando volvemos, es cuando ocurren estas cosas, lo que me hace creer que varios de estos incidentes están siendo cometidos por alguien de nuestra propia comunidad”.
La rápida desaparición de los Peeping Toms una vez que son atrapados y denunciados también podría respaldar esta conclusión, dijoTanksley.
“Si Campus Safety no está ocupado en otra llamada cuando recibimos estas alertas, podemos llegar a cualquier lugar de este campus en cuestión de minutos. Sin embargo, cuando recibimos estas llamadas, estas personas parecen desaparecer en el aire”, dijo Tanksley. “Una posibilidad podría ser que el individuo sea miembro de nuestra comunidad y, una vez observado, haya regresado a su propio edificio residencial. De hecho, podría ser el mismo edificio residencial que estaba espiando”.
Pero al menos un informe describe al Peeping Tom como un hombre de unos 30 años, lo que, según Tanksley, podría indicar que el perpetrador proviene de fuera de la comunidad de Occidental.
Es muy probable, según Tanksley, que Campus Safety esté investigando no a un solo perpetrador, sino a varios, y posiblemente una combinación de delincuentes tanto dentro como fuera del campus.
Otro patrón que Tanksley ha seguido este año es la hora en que ocurren los incidentes. Según Tanksley, los seis incidentes han tenido lugar principalmente los viernes y los fines de semana, entre la medianoche y la 1:35 de la madrugada.
La respuesta
Los correos electrónicos que alertan a la comunidad del campus sobre cada incidente de Peeping Tom son solo un aspecto de la respuesta de Campus Safety a tales incidentes. Según Tanksley, cuando su oficina recibe una llamada informando de un Peeping Tom, su primer movimiento es dirigirse inmediatamente al lugar y comenzar una búsqueda. En su camino hacia el dormitorio, están atentos a individuos que coincidan con la descripción que recibieron o que puedan estar caminando o corriendo lejos del área.
“Dada la posibilidad de que el individuo no sea de nuestra comunidad, estamos pensando en ‘¿Dónde está la salida más cercana de nuestra comunidad?’ Así que también necesitamos verificar eso”, dijo Tanksley. “Y si el observador es miembro de nuestra comunidad y sabe que lo han visto, intentamos ver si alguien entra a un edificio residencial”.
Es solo después de haber realizado una búsqueda exhaustiva que Campus Safety se comunica con la persona que hizo el informe, dijo Tanksley. Los oficiales tranquilizan al estudiante diciéndole que la situación está bajo control por el momento y ofrecen recursos de apoyo, como información de contacto para Title IX y Project SAFE. Tanksley dijo que luego hace un seguimiento al día siguiente recordando a los estudiantes acerca de esos recursos y envía al decano de guardia para hablar con el estudiante.
Sin embargo, a pesar de esta respuesta meticulosa, Tanksley señaló que Campus Safety se enfrenta a varios desafíos que les han impedido capturar a los Peeping Toms.
Uno de los desafíos proviene de la naturaleza permeable del campus de Occidental. Tanksley señaló que las numerosas entradas y salidas no solo facilitan el acceso al campus para posibles Peeping Toms, sino también para personas que han robado bicicletas y otros vehículos.
Cuando los estudiantes se reúnen con la Oficina de Title IX, tienen acceso a una amplia variedad de recursos, que incluyen desde citas de asesoramiento hasta cambios en la vivienda, según Alexandra Fulcher, Coordinadora de Derechos Civiles y Title IX.
En Project SAFE, estudiantes capacitados brindan apoyo a sus compañeros a través de la promoción individual y el intercambio de recursos, según la Directora Lizzy Denny. Este semestre, la oficina también organizará un Comité Asesor de Seguridad en el Campus junto con Campus Safety, donde los estudiantes pueden expresar sus ideas e inquietudes.
“Nuestro objetivo es fomentar un diálogo continuo en el que estudiantes y personal profesional colaboren para encontrar formas de mejorar la seguridad en nuestro campus y comunidad. Contaremos con representantes estudiantiles y miembros del personal de diversos departamentos que trabajarán en identificar sugerencias y metas concretas para beneficiar a la comunidad de Oxy en términos de seguridad y bienestar”, expresó Denny en un correo electrónico. “Además, dispondremos de una dirección de correo electrónico dedicada para recibir comentarios y sugerencias sobre cómo seguir respaldando a nuestra comunidad a lo largo del año, y nos esforzaremos por mantener a todos informados sobre los avances en estas conversaciones”.
Buscando soluciones
De acuerdo al Director de Gestión de Instalaciones, David Caldwell, se lleva a cabo un proceso anual para identificar e implementar medidas destinadas a abordar los incidentes de Peeping Tom.
“En ocasiones, resolvemos un problema y otro problema surge, pero siempre estamos tratando de mejorar continuamente y hacer que el campus sea más seguro”, dijo Caldwell.
Este semestre, Tanksley dijo que las medidas preventivas comienzan, como siempre, con las acciones más simples — cerrar las persianas por la noche y no mantener las puertas exteriores abiertas.
“Todos desempeñamos un papel crucial en mantener nuestra comunidad segura y protegida. No solo dependemos de Campus Safety y nuestros recursos limitados. Por eso, confiamos en que los estudiantes cumplan su función, como no dejar las puertas abiertas y bajar las persianas por la noche”, comentó Tanksley. “Cada vez más estudiantes están cerrando sus persianas durante la noche, y merecen reconocimiento por ello. Aunque todavía se presentan casos aislados de puertas abiertas, noto que la importancia del mensaje está calando en la comunidad”.
En anticipación al semestre de otoño y al previsible aumento de los informes sobre incidentes de Peeping Toms, Tanksley indicó que Campus Safety se involucró en la capacitación de los RAs en agosto. Durante esta capacitación, compartieron esta información con los RAs y les solicitaron que motivaran a sus residentes a seguir estas medidas sencillas pero efectivas.
Según Caldwell, otras soluciones se dividen en metas a corto, mediano y largo plazo.
En el corto plazo, Caldwell mencionó que Facilities está evaluando la posibilidad de instalar tratamientos adicionales para ventanas, como persianas, que desempeñan un papel fundamental en la prevención de actos de Peeping Toms en las áreas comunes de los dormitorios.
Una solución a medio plazo será la incorporación de luces con detección de movimiento en los laterales y la parte trasera de los dormitorios, dijo Caldwell.
“Lo que estamos haciendo ahora es examinar esos lugares apartados. Porque la mayoría de estos incidentes están ocurriendo en esas ubicaciones apartadas fuera de los caminos y aceras, alrededor de la parte trasera de los dormitorios”, dijo Tanksley. “Así que en este momento estamos buscando formas de mejorar la iluminación en esas áreas y también agregar cámaras adicionales de circuito cerrado en el campus”.
Sin embargo, las cámaras pueden ser complicadas, según dijo Caldwell, debido a la discusión más amplia sobre la filosofía de las cámaras.
“Las cámaras, en mi experiencia, no son un gran disuasivo, pero nos ayudan a diagnosticar después del hecho y tal vez a encontrar a los perpetradores”, dijo Caldwell. “Pero si te excedes con eso, entonces estás viviendo en algo parecido a un estado policial donde hay cámaras por todas partes”.
Tanksley mencionó que otra medida preventiva podría ser trasladar a las estudiantes que se identifican como mujeres a un piso más alto.
“Un hombre o una mujer pueden ser víctimas de un miron. Pero hasta ahora, todos nuestros informes han sido de estudiantes mujeres”, dijo Tanksley. “Así que hemos estado en conversaciones con el director de ResEd sobre la posibilidad de trasladar a las estudiantes mujeres a un piso más alto en algún momento”.
En lo que respecta a soluciones a largo plazo, Caldwell dijo que está buscando formas de diseñar edificios y espacios que sean más difíciles de observar desde el exterior.
“Una estrategia de seguridad física que estamos considerando implica aumentar la vegetación”, explicó Caldwell. “Esto crea una situación en la que se desalienta a las miradas curiosas de los transeúntes casuales a penetrar en los espacios.”
Aunque las plantas tardan en crecer y, por lo tanto, no son soluciones inmediatas, Caldwell dijo que ya han comenzado a plantar follaje fuera de las ventanas de los dormitorios, así como cactus que pueden evitar que alguien se acerque demasiado.
Sin embargo, Caldwell reconoció que esta vegetación también puede agravar otros desafíos al proporcionar más oportunidades para que los Peeping Toms se escondan de los oficiales de Campus Safety.
Una solución a largo plazo, según Tanksley, implicaría aumentar las patrullas tanto en el campus como fuera de él. Tanksley dijo que recientemente contrató a dos nuevos oficiales de Campus Safety y también ha pedido al LAPD que considere patrullar más regularmente alrededor del perímetro de Occidental.
Mientras tanto, Tanksley dijo que anima a los estudiantes a hacer su parte para prevenir estos incidentes.
“La seguridad es una preocupación para todos en el campus, desde el director de Campus Safety hasta nuestros oficiales y estudiantes y lo tomamos muy, pero muy en serio. Siempre estamos pensando en lo que podemos hacer para que las personas se sientan más seguras”, dijo Tanksley. “Si les pido que cierren sus persianas por la noche y lo hacen, entonces depende de mí hacer lo que dije que haríamos. Aumentar la iluminación. Agregar esas cámaras. Poner más personal a pie. Pensar fuera de la caja en lo que respecta al tratamiento de ventanas o cualquier otra cosa, para que todos trabajemos juntos en mantener este lugar seguro para vivir, trabajar y aprender”.
Contacta a Claire O’Callahan via ocallahan@oxy.edu.